Charles Darwin publicó en 1862, su libro con el exhorbitante título: "Sobre las variadas estrategias por las cuales las orquídeas británicas y foráneas son fertilizadas por insectos, y sobre los buenos efectos de la polinización cruzada", resumido como: "La fecundación de las orquídeas". En este documento describe sus observaciones y experimentos acerca de los modos en que las orquídeas son polinizadas por insectos, generando varias hipótesis acerca del modo en que pueden haber evolucionado esas complejas interacciones. Fue la primera demostración detallada del poder de la selección natural para modelar interrelaciones ecológicas complejas utilizando, para ello, la coevolución entre las orquídeas y sus insectos polinizadores. Al hablar de coevolución nos referimos a un tipo de una adaptación evolutiva en la que dos especies diferentes desarrollan cambios anatómicos o fisiológicos en el tiempo debido a influencias mutuas, esto a causa de relaciones interespecíficas (parasitismo, mutualismo, simbiosis).
Más del 90% de las especies de orquídeas necesitan de un polinizador para que se lleve a cabo la transferencia de los granos de polen de una planta a los pistilos de otro individuo y, por ende, para que se produzca la fecundación y la formación de las semillas. La gran mayoría de las orquídeas han desarrollado mecanismos de atracción/recompensa para sus polinizadores específicos, desde fragancias, pasando por colores, hasta deliciosos néctares; todo ello para asegurar la prevalencia de la especie.